CHRISTOPHER ROBIN - crítica


En un mundo que gira rápido y que desensibiliza a la infancia, realmente es una frescura al corazón observar esta cinta. “Christopher Robin; un reencuentro inolvidable” narra la historia de un Christopher Robin adulto que olvidó la promesa que hizo a sus amigos, la promesa de  volver al bosque de los cien acres. 

Y no sólo eso, este adulto londinense trabaja tanto que no tiene tiempo ni para atender a su esposa y a su pequeña hija. 




Como un suspiro perdido de la infancia, aparece de pronto el osito amarillo que a todos nos estrujó el corazón, un Winnie Pooh triste y melancólico, un pequeño juguete con vida que después de un par de décadas, aún espera el regreso de su compañero. Tras encontrarlo finalmente, Pooh hace una serie de profundas y reflexivas preguntas a su amigo quién después de tanto charlar con el oso, comienza a comprender que las cosas importantes son aquellas que él había desestimado. 

Cada diálogo de Pooh son flechas directas al alma y por este motivo rompió mi corazón. Su solitaria presencia, sus ocurrencias tiernas y al mismo tiempo tristes, te llevan al borde de las lágrimas. No fue solamente por la fuerza y la ternura con la que se aferra a su amigo de la infancia, ahora adulto y carente de toda chispa. Pooh me entristeció porque de alguna manera tomó el lugar de mi propia niñez, cada día más lejana y difusa.

Incluso el hiperactivo Tigger, saltando con todas sus fuerzas, más que darme la luz y la alegría que me brindó en aquellas tardes después de comer cuando observaba en la TV “Las nuevas aventuras de Winnie Pooh”, ahora sólo parecía un peluche viejito, un fantasma de lo que antaño solía ser. 




Sin duda, esta es una cinta infantil que aborda con fuerza la temática del abandono a la familia y del trabajo absorbente que no nos permite disfrutar de los nuestros...

Pero para la mitad del cine, aquellos adultos jóvenes que por alguna razón asistimos con emoción al estreno, simbolizó un guiño de nuestra infancia perdida, un lamento de nuestro niño interior que se aferra a seguir con vida y que hace el mismo cuestionamiento que Pooh hizo a su amigo: ¿Christopher Robin, tú me despediste?   😞💔

Con excelente ambientación y una estupenda y hermosa fotografía, esta es una cinta muy recomendable. No olvides llevar pañuelos, comenzarás a llorar a los dos minutos.





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